El Administrador de Fincas es la persona clave para gestionar una comunidad de propietarios de manera eficiente. Ha de ser un profesional capaz, transparente y experimentado. Además, debe transmitir confianza y estar disponible. La disponibilidad implica iniciar su jornada de trabajo entre las 8 o 9 de la mañana, y culminarla entre las 8 y 9 de la noche. Sin embargo, hay labores con horarios intempestivos como la celebración de reuniones entre propietarios. ¿Conoces cuales son las tareas que este profesional realiza para lograr resultados satisfactorios? Veamos qué debe hacer diariamente para mejorar la calidad de vida de quienes habitan en una comunidad y cómo funciona el día a día en la Administración de Fincas.
Aspectos generales
El Administrador no se encarga exclusivamente de ejecutar las órdenes de los propietarios. Su responsabilidad va más allá. A él se le encomienda el gobierno y el asesoramiento de la comunidad de propietarios y el arbitraje en las relaciones personales y conflictos dentro de la Comunidad de Propietarios y la adecuada conservación de un bien. Por lo tanto, en su día a día resolverá conflictos, velará por las áreas generales, llevará la contabilidad con un estricto control de ingresos y gastos, gestionará documentos, y además pondrá a valer sus conocimientos legales y financieros con la finalidad de prestar un servicio óptimo.
Una comunidad no está exenta de problemas, de manera que el Administrador y su equipo deben estar disponibles para las eventualidades que se puedan presentar en cualquier momento.
Manejo de la economía
En todo momento, el objetivo financiero del Administrador de Fincas consiste en mirar por la economía de la comunidad. El punto de partida de la acción administrativa comienza con una adecuada preparación del presupuesto de gastos y posterior aprobación de la junta de propietarios. Las actividades que se desprenden de este objetivo son: identificar los medios con los cuales se hará frente a los gastos.
- Realizar cobros y pagos.
- Controlar la morosidad de los propietarios.
- Presentar informes financieros regularmente.
- Actualizar las cuentas para que la información económica sea oportuna y veras.
- Atender las obligaciones tributarias.
Conservación de las instalaciones
Bajo su control, el Administrador de Fincas es responsable de que el patrimonio inmobiliario esté protegido y de que se efectúen las labores necesarias. Por ello, podemos afirmar que trabaja los 365 días del año.
- Controla que se cumpla con la limpieza de áreas generales, así como con la manutención periódica de fachadas, ascensores, jardines, instalaciones térmicas y reparaciones que sean necesarias.
- Gestiona la inspección de elementos estructurales e instalaciones comunes con frecuencia requerida.
- Efectúa las reparaciones de carácter urgente.
- Supervisa las obras que correspondan.
- Propone mejoras para la sostenibilidad del inmueble.
Gestión de documentos
- El Administrador custodia documentación legal
- Emite certificados de pago o de deuda
- Se encarga de llevar a cano reclamaciones judiciales o de realizar transacciones inmobiliarias.
- Realiza convocatorias.
- Prepara las actas de reuniones de vecinos y da fe de los acuerdos.
Función de mediador
El Administrador debe tener don de gentes, pero a la vez ser diplomático, puesto que ha de velar por la buena convivencia entre vecinos.Por ello, en su día a día debe:
- Conocer normativas y legislaciones vigentes.
- Advertir a la comunidad sobre ciertas situaciones.
- Lograr acuerdos entre propietarios.
Así, el Administrador de Fincas es la pieza fundamental que se encarga de los asuntos legales, técnicos y financieros. De su quehacer depende la conservación y el mantenimiento del patrimonio inmobiliario de los ciudadanos. Se recomienda que sea colegiado, puesto que así se garantiza su profesionalidad y rigor.
FUENTE: WWW.IESA.ES